Una pregunta muy frecuente que nos realizan muchos de los clientes de nuestro centro de quiromasaje de Zaragoza es si los masajes, y más en concreto los masajes reductores, son realmente eficaces para adelgazar. La repuesta no puede ser otra que un tajante y rotundo sí, aunque bien es cierto que admite muchas matizaciones, porque, realmente, para perder peso debe seguirse una dieta, preferiblemente marcada por un nutricionista, y hacer ejercicio físico.

Antes de explicar por qué funcionan los masajes reductores que aplicamos en nuestro centro de quiromasaje de Zaragoza tal vez sea conveniente explicar qué es y para qué sirve el sistema linfático. Se trata de una red de conductos por los que transita un líquido llamado linfa, que tiene una composición muy similar a la de la sangre aunque sin hematíes que le aporten ese color rojo. Esta linfa es también responsable de eliminar parte del exceso de grasas que se acumulan en algunas células llamadas adipocitos.

El gran inconveniente del sistema linfático es que carece de una bomba propia como es el corazón, sino que la linfa se mueve gracias a los movimientos musculares o las pulsaciones de las venas y arterias de su proximidad. A veces este movimiento no es suficiente por lo que las sustancias que transporta no se eliminan todo lo rápido que debieran lo que hace necesaria una ayuda exterior para activar su circulación.

En este sentido, los masajes reductores tienen una doble  función: reducir la cantidad de grasa acumulada en los adipocitos y acelerar la circulación linfática para eliminar rápidamente esos residuos. Habitualmente, en Quirosan, este tipo de masajes requiere una intensidad mayor que otros masajes con objetivos diferentes.